Sólo una palabra

 Hace 3 semanas que Jeremy no logra dormir. Pese a que trata con todas sus fuerzas de cerrar sus ojos y adentrarse en el mundo del sueño, no lo logra, algo lo tiene mal y le preocupa.

   Tembloroso se cubre totalmente con las sábanas de su cama, deseando que la noche se acabe rápido, deseando que su tortura termine.

   Pequeñas gotas de sudor caen a través de sus mejillas, la ansiedad lo cubre totalmente y quiere gritar, NECESITA GRITAR, pero no puede hacerlo.

   Su cuarto está sumergido en la oscuridad absoluta, apenas se divisan sombras proyectadas por el reloj de su mesa de luz.

   Afuera, la incesante lluvia no se detiene; la acompaña un gran espectáculo de relámpagos que suenan cada vez más fuertes, haciendo que el corazón de Jeremy esté cada vez más acelerado.

   El pequeño niño gira sus ojos en todas las direcciones posibles sin quitarse las sábanas de encima y solo sus oídos le permiten tener una idea de lo que tiene alrededor.

   Algunas lágrimas se deslizan sutilmente en sus mejillas.

   Acongojado, piensa en gritar nuevamente, llamar a sus padres para que vengan por él y lo saquen de allí, quiere contarles que pasa, pero algo se lo impide, algo lo frena, algo lo asusta.

   Cada noche que pasa, debe enfrentarse a la misma maldición...cada noche que pasa, debe escuchar aquella voz que se pronuncia entre la oscuridad....

-"Hola Jeremy, te estoy esperando, tan solo tienes que hablar y todo terminará, solo dime una simple palabra y serás mío"




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